En plena crisis por el COVID-19, sin poder movernos de casa y con todas las marcas haciendo los mismos anuncios, Turismo de Dénia nos encargó su campaña de verano. Y nosotros pensamos que si nuestros veranos no iban a ser los de siempre, nuestros anuncios tampoco deberían serlo. Así que en vez de enseñarle a la gente fotos de playas, arrocitos, y familias felices mirando a cámara, decidimos mostrar un paisaje que a todos nos apetecía mucho más ver: nuestras casas vacías. Porque cuando eso ocurriese, significaría que todo estaba un poco mejor, y que nosotros podríamos estar disfrutando de todo lo bueno que tiene Dénia.